Tu estado anímico tras el parto

Después de nueve meses estas deseando ver a tu bebé, pero dar a luz no es tarea fácil, al contrario, supone un gran esfuerzo físico y emocional, sin olvidar el desajuste hormonal que se produce.

La mayoría de mujeres la sufren, aunque no todas con la misma intensidad o duración. Se caracteriza por un estado de tristeza y apatía general que puede aparecer el primer día de dar a luz o en días sucesivos. De repente aparecen…”no soy capaz”, “esto me supera”, “no lo haré bien”, “nunca volveré a mi peso”, “no tendré más vida social”…pensamientos negativos y derrotistas que invaden tu mente en un momento en el que tendrías que ser la persona más feliz del mundo. A estas ideas se añade las ganas de llorar, la angustia, el enfado… Estás cansada y no llegas a todo, no te agobies, en la mayoría de los casos tal cual viene, se va y solo en un porcentaje pequeño requieren ayuda profesional.

A continuación te damos unos consejos para conseguir superarla:

  • En primer lugar no minimices, creas que estás loca o que eres débil. Lo que sientes es normal, de repente tienes que estar pendiente de la personita que más te importa y quieres hacerlo bien sin dejar de desatender las otras tareas de las que hasta ahora eran tu prioridad.
  • Date permiso para llorar, y hazlo siempre que te apetezca.
  • Piensa qué necesitas para estar mejor. ¿Ayuda? ¿dormir un poco más? ¿tiempo para ducharte? etc. Cuando lo sepas busca la manera de solucionarlo. Pide ayuda, que alguien vigile al pequeño mientras descansas un poco o dedicas tiempo para ti, no pienses que eres la única que puede hacerlo. El papá, los abuelos, una vecina… necesitas saber que puedes contar con alguien en un momento concreto.
  • Disfruta de los momentos que pasas con tu bebé,  guárdatelos para recordarlos en los momentos de bajón, y darte ánimo y fuerzas para ver que tú puedes y que lo haces genial.
  • No quieras llegar a todo. Que los muebles tienen polvo o que no has podido planchar la ropa no debe agobiarte. No dejes de descansar por tenerlo todo perfecto, si tú no estás descansada no estarás bien.
  • Acude a clases de post-parto donde compartirás con otras recién mamás las experiencias, los miedos y las angustias. Verás como lo que sientes no es tan raro y aprenderás a superar la situación.
  • Cuando estos sentimientos y sensaciones no se minimizan sino que aumentan, o no acaban de desaparecer, se debe acudir a un profesional que nos ayudará a encontrar la solución.

No dejes nunca de pedir ayuda porque creas que tienes que afrontarlo sola. Ya no estás sola, sois una familia y lo que te pase a ti repercutirá en tu bebé y en tu familia. Todas las madres merecen la oportunidad de ser felices y de disfrutar de sus hijos plenamente.

 

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