Peleas entre hermanos

Las peleas y las discusiones entre hermanos son más habituales de lo que desearíamos. Sus conflictos acaban generando tensiones en la vida familiar y, en ocasiones, los padres pierden el control de la situación.

Los hijos se pelean por un gran número de razones: por una simple lucha de intereses, por la necesidad de amor y atención, por el deseo de dominar al otro… Vale la pena averiguar las razones concretas.

Atención

Una de las principales razones por las que los hijos se pelean es para conseguir la atención de los padres. Si observamos la evolución de estas peleas veremos que se repiten cada vez más porque los niños pronto se dan cuenta de que funcionan (…).

Algo está sucediendo

Si uno de tus hijos inicia siempre las peleas, es que necesita tu atención; algo le sucede que requiere de tu intervención. Siempre vale la pena averiguar más sobre lo que está pasando entre bastidores.

El Dr. Stepehn Briers sugiere pasar el máximo tiempo posible a solas con el niño si se sospecha que algo está afectando su forma de comportarse en casa. Pero también es necesario «proteger a la víctima y hacerle saber al agresor que debe canalizar sus sentimientos negativos de otra manera», dice. Igualmente debemos evitar que los hijos crean que darle puñetazos a un hermano o hermana pequeños es un pase paa conseguir nuestra atención. No pierdas de vista qué es lo que se está reforzando.

¿Estamos alentando las peleas?

Los hijos imitan a sus padres. Si les gritas, se gritarán entre ellos, sobre todo si lo haces para que dejen de pelearse. ¿Cuántas veces has oído a uno de tus hijos imitarte diciendo cosas como: «¡Queréis parar ahora mismo?» (…).

Los hijos necesitan ayuda para desarrollar el tipo de autocontrol que la mayoría de nosotros ejercemos en la vida adulta. Si les das collejas a tus hijos, va a ser difícil que entiendan por qué ellos no pueden darlas. «Está comprobado que castigar con violencia física, por suaves que sean los golpes, es perjudicial para los niños, ya que en el futuro serán adultos agresivos», observa la psicóloga Judy Duna. Es importante que los hijos sepan que agredir a los otros no es una vía para solucionar los conflictos.

Pelearse es divertido

A través de la peleas los niños descubren el impacto que su comportamiento ejerce sobre los demás: daño, enfado, llanto… y aprenden varias lecciones sobre los motivos que provocan las peleas. Aunque también saben que a veces pelearse es simplemente una manera de combatir el aburrimiento (…).

Los hijos están constantemente forzando los límites: es divertido pegarle a mi hermano con esta servilleta, pero, claro, entonces le doy en el ojo y… Es divertido esconderle su cromo de fútbol más codiciado y ver qué pasa cuando se da cuenta (y negarlo todo, por supuesto); o comerse su galleta cuando se levanta a abrir la puerta. Es divertido repetir la misma palabra o frase una y otra vez cuando parece que provoca una reacción interesante en el otro. Parte de estas provocaciones constantes se previenen manteniendo ocupados a los hijos.

Cuándo tienen que intervenir los padres

(…) A pesar de que algunos padres utilizan la «no intervención» como estrategia, ésta no suele ser una forma efectiva de resolver conflictos; de hecho en ocasiones los padres actúan de este modo porque no saben qué hacer.

Aunque según la tradición oral, si prestas atención a las peleas tan sólo consigues fomentarlas, es aconsejable actuar en ellas. Por ejemplo, si los niños se están pegando, será necesario separarlos y decirles claramente que no tolerarás que se pequen. (…)

A cierto nivel, la mejor opción es la de la mínima intervención, pero sólo siempre que sea posible. Si te involucras en las peleas de tus hijos, tomas partido y consuelas, es probable que las conviertas en una actividad atractiva para ellos y refuerces el comportamiento que deseas evitar. Lo niños aprenden mejor a solucionar sus diferencias si se les deja solos, siempre y cuando sus habilidades comunicativas sean suficientemente buenas. Los hijos más pequeños necesitarán tu ayuda para aprender a negociar.

Sin embargo, debes intervenir si uno de tus hijos está abusando demasiado, físicamente o verbalmente, del otro (y esto sucede en la mayoría de las peleas). Puede que quieras evitar que una discusión verbal acabe en un campeonato de puñetazos. (…)

Extractos del libro ¡Mamá, ha empezado él!, de Sacha Baveystock,

colección S.O.S. Padres en Apuros, Edebé, 2009.

LIBROS RECOMENDADOS

¡Mamá, ha empezado él!

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2 Comentarios
  • Anónimo
    Escrito el 22:37h, 22 marzo

    mishijos estn todo el día peleandose entre ellos por cosas tontas, sino tambien estan desobedeciendo a sus padres…, retandome constantemente, les quito juguetes, les castigo, e inclusive me siento ha hablar con ellos para explicarles que no pueden estar así las veinticuatro horas del día… estoy desesperada no se que hacer ya

  • admin
    Escrito el 00:03h, 24 marzo

    Hola. Te aconsejo que pongas en marcha algunos cambios, el primero de ellos vuestra actitud, hablad con ellos (no indicas la edad pero intuyo que son niños pequeños), en un tono suave y decirles que no vais a permitir más un comportamiento inapropiado, no mostréis cansancio ni desesperación ante ellos (vosotros sois los adultos y los que tenéis el control). Existen algunas técnicas como el rincón de pensar, el quitar privilegios, o la de recompensar con puntos que funcionan muy bien. Tienes algún artículo en la sección de Educación.