Poner límites a los hijos

El niño no debe crecer en un ambiente autoritario en el que no se le permita desarrollar su autonomía a la hora de pensar y de actuar, pero tampoco se le debe dejar libre albedrío. Enseñarle cuales son los límites le ayudará a tener una visión real del mundo del que él forma parte.

Decir NO a los hijos

La tarea de educar no es fácil pero no le debemos tener miedo, no nos dejemos confundir por las muchas teorías que nos dicen lo que tenemos y no tenemos que hacer y que nos llevan a cuestionarnos nuestra calidad como padres. De manera natural nuestro instinto nos dice como hemos de criar a nuestros hijos pero, a veces, no le hacemos caso. La cosa está clara, queremos a nuestros hijos, queremos que crezcan sanos y felices y que lleguen a ser buenos adultos… por todo ello sabemos que la base de la educación ha de ser el amor y el cariño, aunque sin descartar la posibilidad de poner límites y decirles NO cuando sea necesario.

En sus primeros años, es a través tuyo, que tu hijo aprende como es el mundo que le rodea, con tus alabanzas y felicitaciones sabe que lo que hace está bien, pero que si algo está mal le reprimes ó regañas. Por ello es básico que tu comportamiento sea consecuente con lo que le quieres enseñar, no le puedes regañar por algo y limitar su comportamiento si tú también actúas de la misma manera.

Es importante que los padres estén de acuerdo, que se apoyen a la hora de enseñar al hijo que puede y que no puede hacer. En el caso de existir un desacuerdo no es bueno expresarlo delante del niño.

Has de evitar abusar del NO porque perdería su valor, utilízalo solo cuando sea realmente necesario. Hazlo sin gritar pero con tono firme y contundente para que el mensaje que le llegue al niño no sea contradictorio, por ejemplo si cuando tu hijo de un año se acerca al fuego le dices con voz dulce: “cariño no te acerques al fuego que te quemas” mientras lo alejas del peligro, no estará seguro de lo que está pasando y probablemente lo volverá a hacer.

Los límites son interpretados por el niño como una prohibición  de algo que quiere tener o hacer y no todos reaccionan de la misma manera ante un NO, los hay que lo aceptan y otros que se quejan y rebelan. Sea cual sea su reacción hemos de estar preparados para afrontarla y superarla, lo importante es mantenernos calmados y firmes ante nuestra decisión y no dejarnos llevar, ni superar por la conducta del niño.

Los límites deben ser acordes con la edad del niño y por lo tanto a medida que éste crezca, los márgenes deberán ir variando para adaptarse al desarrollo de tu hijo. Por ejemplo, es normal que a un niño de 3 años no le dejes quedarse a ver la tele hasta las 12 de la noche, pero si tu hijo de 10 años te pide quedarse hasta más tarde los sábados por la noche quizá sea hora de ampliar la hora límite para ir a la cama.

No uses el NO gritando o riñendo ni como una respuesta vengativa o como una herramienta para pacificar una situación.

Decir NO a los padres

Los padres también debemos tener límites, debemos ser capaces de mirarnos para detectar y reconocer nuestros errores. Debemos aprender a decirnos NO a nosotros mismos cuando sea necesario.

Los padres NO debemos pensar que somos una figura intransigente y rígida, que somos la autoridad de la familia y por lo tanto, que nuestros hijos deben acatar nuestras normas y hacer las cosas cuando y como nosotros digamos. Por el contrario debemos ser sus guías, han nacido en nuestra familia pero ya tienen su lugar en el mundo, ya tienen su carácter, pronto sabrán lo que les gusta y lo que no, nosotros como padres, debemos estar a su lado para mostrarles el buen camino hacia su independencia.

NO debemos guiar a los hijos por el camino que nosotros no pudimos ser. NO hay que vivir a través de los hijos sino con ellos. NO se debe influir en su futuro con lo que hubiéramos querido para nosotros. Escuchar a nuestros hijos, saber que opinan, nos permitirá formar parte siempre de su vida.

Los hijos NO se hacen personas disciplinadas por vivir en un ambiente dirigido por rutinas y normas rígidas. Por el contrario el niño que crece en un ambiente en el que se le da cariño, respeto, flexibilidad… será un adulto cariñoso, respetuoso y flexible con los demás. Porque los padres somos sus primeros maestros y porque con el ejemplo se aprende, debemos tener siempre cerca el amor y la comprensión.

NO te dejes llevar por la comodidad, si cuando tu hijo te pide ver un rato más de televisión accedes, aunque piensas que no es lo más correcto, pero así podrás descansar un rato antes de preparar la cena, si cuando vais por la calle tu hijo te pide chucherías se las compras, aunque sabes que luego le va a influir en su apetito, pero así te evitarás una pataleta… piensa antes si lo que consientes le beneficia o le perjudica, piensa si lo haces por él o por ti. A veces, el cansancio y la poca paciencia hablan por nosotros, pero es entonces cuando debemos ser fuertes y explicar a nuestro hijo que ya ha visto suficiente televisión animándole a jugar juntos o a leer un rato, debemos ser disciplinados con nosotros mismos y explicarle que pronto tendrá que comer mientras le distraes con una actividad de camino a casa. NO hay que consentir a los hijos con la excusa de que estarán más contentos o nosotros más tranquilos.

NO debemos asociar los deseos del niño con necesidades reales. No confundas el NO darle todo lo que pide con el NO quererle, muchas veces decimos “quiero que tenga lo que yo no pude tener”. Pregúntate si es más feliz un niño jugando con sus padres al veo-veo ó al escondite, o un niño solo en una habitación llena de juguetes. Cuando a un niño se le compra todo cuanto pide o cuando se le rompe algo se lo reponemos, no valorará lo que tiene, no aprenderá a usar la imaginación y lo peor de todo, es que hará de una costumbre un derecho volviéndose exigente y caprichoso.

NO os dejéis llevar por el sentimiento de culpa. Hay muchas situaciones que pueden llevar a los padres a sentirse culpables ante sus hijos, si trabajáis fuera de casa, si estáis separados o divorciados… situaciones que no os permiten estar al 100 % con vuestros hijos y que cuando estáis con ellos os hacen perder la objetividad, consintiendo todas sus peticiones y actitudes como justo pago.

NO estés constantemente negando todo por sistema pensando que si cedes en algún momento, te perderá el respeto. Se trata de que ambas partes convivan y disfruten con ello. Has de saber encontrar el equilibrio y reconocer cuando hay que relajarse y cuando hay que mantenerse firme. Por ejemplo, si cuando estás en el parque, con tu hijo de 3 años, vas detrás de él con frases como “no te subas tan alto que te caes”, “no te tires por el suelo que te manchas el pantalón nuevo”, “no te metas las cosas en la boca”… el niño se frustra antes de empezar y dejará de tener la curiosidad que lleva al aprendizaje. Lo mejor es que te preguntes ¿hay peligro?, ¿es realmente un problema que se manche la ropa?, ¿existe riesgo para su salud?. Y entonces relajarse y cambiar las frases por otras del tipo: “estás subiendo muy alto, me quedo a tu lado por si necesitas ayuda”, “madre mía como te estás poniendo, en cuanto lleguemos a casa a la ducha”, “no te metas las cosas en la boca”. Decir que NO ha de ser el complemento al SÍ que les hace entender que hay unos límites y que pueden hacer muchas cosas pero no todas.

Los límites según la edad

Los límites han de ser acordes a la edad de nuestros hijos y por lo tanto deberán variar conforme vayan creciendo y desarrollándose.

De 1 a 3 años:

A partir del primer año de edad la mayoría de niños empiezan a caminar, de repente comprenden que el mundo ya no se acerca a ellos sino que son ellos mismos los que pueden aproximarse a lo que les interesa, que suele ser todo. Es entonces cuando los padres deben de mostrar a sus hijos que hay cosas que son peligrosas y otras a las que no deben de temer. No se trata de ir detrás del niño con frases del tipo “no abras el armario”, “no bajes los escalones que te caes”, “no entres en la cocina”… primero porque te pasarías el día como un policía y segundo porque cohíbes su interés al conocimiento de sus capacidades y del mundo que le rodea. Lo mejor es que limites su acceso a todo aquello que consideras peligroso o que no quieres que trastee, usa sistemas de seguridad como cierres para puertas y cajones, barreras para escaleras y balcones, etc., aleja de su alcance todo aquello peligroso, existen infinidad de artículos para evitarle los peligros del hogar. Una vez tengas el hogar seguro deja que tu hijo explore por si mismo y si cuando al no poder abrir un cajón se enfada enséñale lo que hay dentro, satisface su curiosidad pero explícale que lo que hay dentro NO es bueno para él y que por eso está cerrado, cuando se enrabia porque quiere bajar por las escaleras pero los barrotes se lo impiden, dile que puede ser peligroso y por eso NO puede pasar y enséñale a bajar de manera segura unos cuantos peldaños. Se trata de que tú estés tranquila de dejar a tu hijo por casa para que desarrolle todas sus capacidades libremente.

De 3 a 5 años:

En estas edades los niños ya han adquirido mucha autonomía, saben caminar, saltar, correr… son muy apasionados y viven las experiencias muy intensamente, son impulsivos, curiosos, exigentes, activos y su necesidad de descubrirlo todo nos puede ser difícil de entender. Piensa que la visión que tenemos de un niño la hacemos nosotros mismos por ejemplo, si tu hijo hace construcciones con las latas de atún de la despensa podemos pensar “que trasto de niño, ya me ha empantanado la cocina” ó “hay que ver que imaginación y que buen sentido del equilibrio que tiene”, cuando salta desde un escalón más alto y al caer se reboza por la arena tu puedes decirle “!mira como te has puesto la ropa limpia!”, mientras le sacudes como a una alfombra ó “!vaya salto, ha sido impresionante!”, no olvides que tu hijo quiere aprenderlo todo y su única manera es interaccionando con lo que le rodea, sé flexible y limita solo lo que verdaderamente consideras que no es bueno ni para él ni para los demás.

A partir de 6 años:

A esta edad los niños quieren tener su lugar en el mundo, quieren hacer las cosas solos y a su manera, tienen su propio criterio de las cosas y no siempre es el mismo que el tuyo. A todos nos gusta hacer las cosas a nuestra manera porque pensamos que es la correcta, pero los padres no siempre tenemos la razón, es muy importante que escuches a tu hijo, valorando y analizando su opinión. No taches a tu hijo de rebelde o digas que no escucha y discute por todo. Reconoce si él tiene razón o explícale porqué lo que tú le dices es lo mejor. Si tu no dialogas ni le escuchas él tampoco lo hará contigo. A esta edad su vocabulario es muy amplio por lo que conocer su parecer y buscar una solución conjunta es más sencillo. Por la misma razón, cuando quieren conseguir las cosas, ya no lo hacen mediante las rabietas, sino con la manipulación.

Hasta los 6 años hemos mostrado a nuestros hijos los peligros que hay en su entorno, ha aprendido lo que se puede o no hacer dentro y fuera de casa, saben que puede jugar con todos los juguetes que quieran pero que al final deben recoger su habitación, saben que pueden ir sueltos por la acera pero que al llegar al cruce han de dar la mano a un adulto… por lo que los límites van en otra dirección, sobretodo llegada la pubertad y la adolescencia, tenemos que enseñar a nuestros hijos que son parte de una familia, de un colegio, de una ciudad… y que deben ser respetuosos con ellos mismos y con los demás y que hay conductas, normas y pautas que todos debemos seguir. Pronto llegará el día en el que tendrás que darte cuenta de que tu hijo necesita su intimidad, y algo más de libertad. Te pedirán elegir su indumentaria, que les compres ciertos artículos o ropa “de moda”, que amplíes los horarios de llegada a casa, que le dejes ir a dormir a en casa de un amigo…, cada familia deberá de estudiar la petición y valorar los nuevos límites. Hay situaciones más fáciles de resolver que otras pero no olvides que la solución no es imponer sino reflexionar.

19 Comentarios
  • Anónimo
    Escrito el 00:30h, 19 agosto

    son muy interesantes y de mucha ayuda los tips

  • Anónimo
    Escrito el 02:52h, 05 septiembre

    me gustaron mucho son interesantes e importantes para la formacion de nuestros hijos y para nosotros como padres

  • Anónimo
    Escrito el 22:28h, 10 diciembre

    GRACIAS POR LA AYUDA SOY UN PADRE JOVEN Y NECESITO APRENDER A EDUCAR A MI HIJO POR QUE PEDI EL INSTRUCTIVO CUANDO NACIO JIJIJIJIJIJ EDGAR MEXICO

  • Anónimo
    Escrito el 22:02h, 24 mayo

    ESTOY AL BORDE DE UN ABISMO
    NO SE COMO PONERLE LIMITES A MI HIJO

    Y NO ME GUSTA QUE TODA LA GENTE LO SEÑALE COMO ALGO RARO
    GRACIAS.
    ATT. MICHEL RIVES.

  • admin
    Escrito el 21:12h, 26 mayo

    Hola Michel, no sé que edad tiene tu hijo pues en función de los años que tenga se puede actuar de una forma u otra pero indistintamente de eso, para mi hay una cosa clara, cuando hay un problema con la educación de los hijos, cuando no funcionan las cosas, el primero que tiene que cambiar para modificar la situación es el progenitor. Si tú como madre o padre cambias tu actitud (fuera gritos, fuera pérdida de control, fuera bajar la guardia… y sí hablar con tranquilidad, ser decisivo y cumplir lo pactado y las amenazas…) ese cambio repercutirá en tu hijo. Debes tener en cuenta que el adulto eres tú, quien manda eres tú, y quien pone las normas eres tú. Eso sí habrá algunas normas que podrás pactar o negociar con tu hijo para que él se sienta que también tiene opciones y cierto “poder” de decisión. Si tu hijo te saca de tus casillas, te vas a otra habitación, te calmas y luego le hablas con tranquilidad, si no hace caso le puedes castigar quitándole privilegios o en el rincón de pensar, pero no te alteres y sobretodo que tu hijo no vea que es capaz de hacerte perder los nervios (es lo que quiere, saber que puede contigo).

  • Anónimo
    Escrito el 04:47h, 19 agosto

    hola me gustaria saber algunos tips sobre la educacion para ninas en la adolecencia
    muchas gracias

  • Anónimo
    Escrito el 01:18h, 13 septiembre

    hola ….estoy viendo lo que escribiste por que estoy buscando ayuda mi hijo de 4 años y medio esta pasando por un momento de rebeldia y pataleyas si no se hace su voluntad …soy madre separada y en este momento estoy iniciando la convivencia con un nuevo hombre…..quisiera saber como puedo manejar la situacion con mi hijo ya que esta mut rebelde y no me hace caso y su comporatamiento cambia para mal cuando estoy con mi pareje…este comportamiento me esta generando problemas con mi pareja ….gracias

  • admin
    Escrito el 19:16h, 13 septiembre

    Hola, lo que que está haciendo tu hijo no es más que el reflejo del miedo que siente… porque piensa que quizá ya no le querrás como antes al convivir con tu nueva pareja, porque no le dedicarás tanto tiempo, porque quizá en el fondo seguía teniendo la esperanza de su padre y tu estuvierais juntos… y demás cosas. Es una etapa que viven todas las nuevas familias y la tenéis que afrontar los tres. Te recomiendo que hables con tu pareja y le pidas paciencia, comprensión y colaboración para sobrellevar la nueva situación, y solo así llegará el día en el que la nueva convivencia será buena. También tienes que hablar con tu hijo, con un lenguaje fácil debes de explicarle que él es lo más importante para ti, y que aunque venga a vivir tu nueva pareja eso no significa que lo vayas a querer menos ni que vayas a pasar menos tiempo con él. Aprovecha esta etapa para aumentar el vínculo con tu hijo y darle una ración extra de mimos y cariño (realmente es muy duro para él, ponte en su lugar), podéis aprovechar para realizar actividades en excepcionales los tres juntos como ir a un parque de atracciones, al zoo, etc. que vea que hay buen clima, y sobretodo darle tiempo y no obligarle nunca a querer a alguien o a ser afectuoso a la fuerza, la aceptación irá surgiendo con el tiempo. Aunque tampoco le tenéis que consentir que sea un mal educado ni que os manipule por pena. Los límites y la educación deberá ser la de siempre.

  • Anónimo
    Escrito el 15:46h, 06 octubre

    Hola, mi hijo tiene casi 4. Desde siempre ha sido muy activo y ese no es el problema, pero no hace caso a nada de lo q nosotros le decimos. Si tiene q recoger juguetes, se lo puedo decir 3 veces y el como si nada. Nos levanta la voz, el cree q nos manda y las cosas se hacen cuando el quiere. Me preocupa mucho es un nino pequeno y ya es muy rebelde.
    He tratado de castigarlo, quitandole lo q le gusta, tambien el famoso “time out”, y nada resulta.
    Ya nose q puedo hacer, estoy en un punto de no saber como hacer q entienda las cosas. Quizas si lo pongo en un kinder cambie, o nose. Gracias.

  • admin
    Escrito el 11:38h, 07 octubre

    Hola, los niños por defecto quieren siempre ganar la partida, el problema es que si se lo permitimos entonces estamos criando niños tiranos, lo cual es inconcebible. Siempre digo la situación no funciona los primeros en cambiar debemos ser nosotros mismos, hay muchas formas de castigar sin emplear la violencia, por ejemplo, le mandas recoger sus juguetes (te pones a su altura cara a cara para que te preste atención) y le dices que si no hace se los castigas (no puedes decir algo que no seas capaz de cumplir), entonces coges una bolsa grande de basura y en un rato todos los juguetes que no ha recogido los metes en la bolsa de basura y esos juguetes quedan recluidos durante una semana o los podrá recuperar si tiene un buen comportamiento. Si os habla mal, pues sencillamente cortar la comunicación con él, ignorarlo, no hay nada que les de más rabia, da igual que grite, le dices que si no te habla bien y te respeta pues que no le harás caso, verás como al principio le dará rabia pero sabe que si quiere algo de ti te tiene que tratar bien. Cuando se calme de las rabieta, con amor hay que hablar de lo sucedido, explicarle por qué está mal y acabar con un beso o un abrazo. Debes trasmitirle que la que manda en casa eres tu y no él, no debe verte nerviosa ni que pierdes el control por su culpa, porque de hecho es lo que quiere.

  • Anónimo
    Escrito el 19:19h, 07 octubre

    TENGO MI NENA DE 6 AÑOS , NO SE MAS QUE HACER, ANDA POR EL SUELO, LE ENCANTA, Y ASI ROMPE TODOS LOS PANTALONES, SU ROPA ESTA SIEMPRE SUCIA, PIERDE TODOS LOS UTILES Y AUNQUE HACE RATO NO LE COMPRO MAS NADA PARA QUE ESCARMIENTE, ELLA PARECE NO IMPORTARLE! LAS MAESTRAS TAMBIEN ME DIJERON EN LA ULTIMA REUNION QUE VIVE TIRADA EN EL PISO, GATEANDO, SUS JUEGOS SON EN EL PISO! EN CASA TAMBIEN JUEGA CON TODO PERO EN EL PISO, CON EL PERRO JUEGA EN EL PISO. YA NO DOY MAS DE COMPRARLE CADA SEMANA 2 PANTALONES PARA EL COLE! YA NO PUEDO MAS! NECESITO CONSEJOS POR FAVOR! GRACIAS!

  • admin
    Escrito el 20:12h, 07 octubre

    Hola, uff parece que lo tiene muy arraigado, te puedo dar un par de consejos pero si no te funcionan quizás puedas llevarla a un psicólogo, quizá él te pueda orientar mejor que yo. Habla con ella y dile que te gustaría que no pasara tanto tiempo en el suelo y explícale porqué (hay gérmenes, suciedad, está frío y se puede resfriar, no es lo habitual y la gente lo percibe como algo incorrecto…lo que quieras argumentarle), pacta con ella que le permites estar en el suelo un determinado rato (valora el tiempo, media hora diaria por ejemplo, lo que tu veas, puede ser gradual), y que deberá ser en casa (que el suelo está limpio, no está frío, etc.), pero que el resto del día no podrá estar en el suelo, y si lo cumple (podéis hacer una tabla anotando si realiza lo pactado) conseguirá una recompensa (proponle tu varias cosas para que elija unar: por ejemplo ir al zoo, un juguete, etc.). Piensa que es una manía, una costumbre o un hábito, que como tal no desaparecerá de la noche a la mañana sino que deberá ser gradual.

  • Anónimo
    Escrito el 11:49h, 13 octubre

    Hola
    Tengo un niño de 3 años y medio, es hijo único, desde muy pequeñito le hemos inculcado hábitos que ha ido cogiendo y ha sido muy bueno para todos, el dormir a una hora y solito, el comer solito a la misma hora y en el mismo sitio, etc, pero como no todo es perfecto, tenemos un problema con la ropa, desde que tenía 2 años, comenzó a quejarse y a no querer cierto tipo de ropa, según él ropa que le duele. Por ejemplo, todo lo que tenga cuellos, polos, camisas, etc, esto se ha ido acrecentando, nosotros no le hacemos caso y seguimos insistiendo y le ponemos lo que nosotros queremos, no cedemos. Hace 2 meses, nos monto una tremenda ya que le pusimos una camisa, se la pusimos igual y en el restaurante, se la desabrocho y se la quito, vamos que nos monto el número, lo cual nos genera un stress tremendo a mi y a mi marido, intentamos negociar con él , pero nada, no se baja del burro, esto nos pasaba una vez por semana, pero desde hace 1 mes es todos los días, ahora incluso con los pantalones, zapatos, camisetas, etc. Una vez que monta el número y pasan unas horas (1-3) se le pasa y tan contento con la misma ropa, pero es un stress tremendo cada vez que le vamos a vestir. Hoy por la mañana fue por el polo del cole, su “argumento ” es que la ropa le duele, pero sabemos que no es cierto, ya que no es alérgico y como digo , al cabo de una hora esta tan contento.
    Necesitamos que alguien nos ayude, no sabemos qué hacer, ya que cada día va a peor , ya no sé si lo mejor es ceder y que se ponga lo que quiera o seguir en esta línea y obligarle a que se ponga lo que nosotros decimos. He pensado en aplicar la técnica de los puntos, hacer con él cuadro y premiarle por cada día que no monte el número. Por favor cualquier ayuda os lo agradeceremos enormemente.
    Muchas gracias

  • Anónimo
    Escrito el 07:43h, 14 octubre

    HOLA TENGO UN NINO DE 26 MESES, ES DE CARACTER MUY FUERTE, CUANDO YO TRATO DE PONERLE UN LIMITE, EL ME RETA, TRATO DE SER MUY FIRME PERO ES MUY DIFICIL, INMEDIATAMENTE EL ME PIDE QUE LO DISCULPE QUE NO LO VUELVE HACER Y OTRA VEZ LO HACE, AVIENTA TODO LO QUE TIENE, Y A VECES SUELE GOLPEAR A CUALQUIER PERSONA. CUANDO SE ENOJA ES MUY FUERTE PERO TAMBIEN SE LE PASA MUY RAPIDO. ME DICEN QUE ES PORQUE TENGO UNA NINA DE 6 MESES DE EDAD Y ESO LE HA AFECTADO, ES ORGULLOSO PORQUE AL NO DARLE ALGO EL YA NO LO QUIERE Y SE VA ENOJADO…. ES NORMAL? O QUE ME ACONSEJAN?

  • admin
    Escrito el 10:29h, 19 octubre

    Hola (para el niños de 3 años), a ver, quiero creer que en realidad lo que le molesta a tu hijo son las prendas con cuello vuelto (camisas y polos) y que a aprovechado esto para revelarse contra todas las prendas ya que tu insistes en ponerle ese tipo de prendas, no? Es cierto que a muchos niños les molesta ese tipo de cuellos (lo se por experiencia), entonces… por que no sencillamente dejas de ponérselo? es como si a ti te pusieran cada día un sombrero de paja y a te molestara en la cabeza, claro que al cabo de un rato ya te acostumbras pero… seguro que te resulta incómodo. Yo en tu lugar minimizaría ese tipo de prendas, y cada mañana le daría la opción de dos conjuntos de ropa para ponerse para que él elija (nunca más de dos), pues eligiendo él no deberá armarte ningún berrinche. Y si… a pesar de elegir él las prendas te sigue montando las rabietas pues vas a la hoja de comportamiento (un folio que puedes tener en la nevera) y dibujas una cara triste (o una cruz, un gomet o cualquier símbolo que él sepa que es negativo) y le adviertes que todos los días que hay un símbolo se queda sin parque por ejemplo (deberás cumplir lo que le digas).

  • admin
    Escrito el 10:37h, 19 octubre

    Hola (para el niño de 26 meses), tienes un hijo completamente normal. Al pobre se le ha juntado la etapa de los terribles 2 años con los celos por la hermanita. Solución: perseverancia y disciplina combinado con mucho amor y mimos. No puedes consentir que tu hijo se salga con la suya o educarás a un niño tirano, aunque eso no significa que tengas que estar todo el día con el silbato en la boca. Te reta porque está poniendo a prueba su poder y sus propios límites, si pasaras de él y le dejaras hacer de todo se vendría abajo porque eso les desconcierta y en el fondo los niños necesitan límites. Está rebelde, por edad y por la nueva situación, la técnica del rincón de pensar (artículo en esta misma sección) te vendrá muy bien, a parte dedícale tiempo de calidad (basta con 30 minutos diarios) pero de atención exclusiva para él (jugando, hablando, cocinando, haciendo algo juntos y solos en los que podáis hablar), dale muchos besos y abrazos y dile todos los días lo mucho que le quieres. Cuando se enoje debes permitirle que si quiere estar a solas (aunque sea por orgullo) pues que esté, cuando se le pase o se calme entonces actuar como si nada, o le das un beso y ya está. Si golpea o hace algo mal pues al rincón de pensar 2 minutos (tantos minutos como años tiene). Esa una fase difícil para él, es transitoria, pero no debes permitir que te manipule, debe saber quien manda en casa.

  • Anónimo
    Escrito el 22:16h, 30 noviembre

    Hola!!! tengo un nene de 2años y medio que no habla, dice algunas palabras pero casi nada. No hace caso cuando le decimos NO, se lo repetimos muchas veces pero igual hace lo que le estamos prohibiendo en ese momento. No se si entiende cuando le explico algo ya que no habla, corre todo el tiempo y estoy cansada de que la gente me diga como educarlo, siendo un niño tan particular en su forma de actuar. Podrian darme algun consejo para calmarlo ya que esta todo el tiempo en movimiento. Desde ya muchas gracias!!!

  • Anónimo
    Escrito el 00:21h, 11 diciembre

    Hola! Me llamo Valeria y tengo un hijo de 8 años llamado Luciano. Con este articulo tan interesante y que posibilita a la reflexion, entendi muchos de mis errores y angustias, al no basarme en algunas de estas reglas….Muchas gracias, porque fue muy enriquecedor para mi y lo sera mucho mas cuando pueda ponerlos en practica! Una mamá agradecida!!!! Valeria.

  • admin
    Escrito el 23:02h, 15 diciembre

    Hola, que no hable no significa que no entienda y eso seguro que ya lo tienes más que comprobado, seguro que si le dices “quieres chocolate” viene corriendo con una sonrisa y te señala el chocolate, por ejemplo, entonces sí entiende (aunque todavía no conozca el 100% del vocabulario sabe por el contexto y por las palabras que conoce lo que le estás diciendo). Los niños son movidos por naturaleza y lo raro y anormal es que estén quietos. Si le pones sus dibujos favoritos es capaz de estar 10 minutos mirándolos? si la respuesta es sí entonces es que es movido sin más, pero si no es capaz de aguantar ni un ratito pequeño quizá sufra de hiperactividad. Soluciones para que baje el ritmo es trasmitirle paz, tranquilidad y un tono bajo, y evitar los estímulos constantes que lo aceleren.