La rabieta de un hijo puede indicar algo más que un simple enfado. Si son habituales es probable que este reclamando la atención de los padres. Muchas veces los niños necesitan desafiar a los padres, forma parte de su crecimiento y desarrollo

Los padres solemos etiquetar a los hijos con adjetivos que definen su comportamiento. Pero debemos tener cuidado, pues si estos adjetivos son negativos, acabamos trasmitiendo la idea de que el hijo es realmente así, olvidándonos de resaltar sus cualidades positivas, y limitando sus posibilidades para mejorar como persona.

El bullying, el maltrato, el abuso, la intimidación o el acoso escolar, no es nuevo. Siempre ha existido el poder que ejercen unos alumnos sobre otros más débiles, pero actualmente este fenómeno sucede con más frecuencia y está teniendo consecuencias cada vez más graves.

La mayoría de veces, los padres y los profesores no se llegan a enterar del acoso escolar que sufren hijos y alumnos, y otras veces, se enteran de forma tardía, debido a que la víctima tiende a callar por miedo a represalias o por vergüenza, por eso, los adultos tienen que estar muy atentos a los indicadores de este fenómeno.